“El trabajo de mis sueños”: Jóvenes emprendedoras del Biobío se abren camino para potenciar la salud estética
Muchas mujeres en estos últimos años han depositado todos sus esfuerzos para emprender en Chile. Después de un estallido social y una fuerte pandemia, muchas personas, pero por sobre todo las mujeres, quedaron de manos cruzadas, teniendo que buscar alternativas para subsistir. Y en este contexto, unas jóvenes profesionales de la salud quisieron levantar un proyecto con el objetivo de entregar un largo listado de servicios en beneficio a la comunidad, además, de estabilizarse económicamente. Aunque no ha sido fácil, se arriesgaron para crear un espacio que las llevaría a ser validadas en el duro entorno laboral de nuestra sociedad.
Nathalie Hernández (27) y Katherine Aguilera (26) son dos nutricionistas que se unieron para crear Ananké, una clínica estética ubicada en Concepción, que ofrece diversos servicios, tales como consultas nutricionales, cosmetología, manicure, entre otros. El equipo está conformado por seis mujeres profesionales que trabajan en distintas áreas con todo el compromiso de ofrecer un trabajo completo a sus pacientes.
La mente tras este proyecto es Nathalie, fundadora y directora de Clínica Estética Ananké, quien decidió crear el trabajo de sus sueños luego de haber realizado su internado en la salud pública. Y es que, para esta joven nutricionista, el sistema la decepcionó debido a la sobre carga de pacientes sumado al estrés laboral, lo cual dio como resultado este anhelo convertido en emprendimiento.
“Este emprendimiento pasó por mi mente después de terminar mi internado, lamentablemente no viví un internado bonito y creo que así ha sido para muchos colegas y para muchas personas del área de la salud. Ese proceso no me gustó y decidí emprender junto a dos personas más que es Danilo y Javier, dos ingenieros que me apoyaron con esta idea”, comentó la fundadora de Clínica Estética Ananké.
Para Nathalie ha sido muy significativo trabajar con estos profesionales, ya que cuentan con experiencias previas en proyectos similares que han resultado un éxito. Lo anterior, hizo que esta profesional del área de la salud depositara toda su confianza en este desafío, para luego incorporar a su equipo a Katherine, que además de ser su colega es una de sus mejores amigas.
Los motivos principales de Nathalie para comenzar a trabajar con Kathy -como le dice de cariño- fueron sus valores y su compromiso. “Conozco su personalidad, sé que ella es comprometida y le encanta hacer nutrición. Además, tenemos el mismo enfoque de hacer nutrición en un ambiente tranquilo, sin presión”, expresó.
Ananké se volvió una oportunidad para Katherine porque se le permitió hacer nutrición bajo las necesidades específicas de las personas. Asimismo, vivió la experiencia de trabajar en la salud pública, sin embargo, no fue lo que ella esperaba, aunque su vocación nunca pereció. “Me invitó a ser parte y yo acepté sin dudar la invitación. Anteriormente había estado trabajando en el área pública en el Hospital Penco-Lirquén, pero sentía que no me completaba lo suficiente, no podía realizar la nutrición como a mí me hubiese gustado, con los tiempos que a mí me gusta tener con cada paciente. Entonces, es un proyecto que realmente me llamó mucho la atención”, manifestó con luz en sus ojos, llenos de esperanza.
Hoy en el contexto nacional la realidad de la salud pública es crítica porque son pocos los empleados y existe una basta lista de pacientes que requieren atención, asimismo, los tiempos que se destinan a cada consulta son reducidos lo cual motivó a Katherine a atreverse y emprender junto a su amiga y colega.
En ese aspecto, Katherine comentó que “muchas veces las personas no saben que nosotros tenemos que rendir tiempos, que nosotros no podemos extendernos más, entonces trataba de consultar algunas cosas y el paciente quizás me hablaba sobre sus problemas emocionales y finalmente yo no lograba realizar muchas veces nutrición en sí, porque trataba de contener a las personas. Yo le daba prioridad a eso que me llevó a entender de que quizás el tiempo que tenemos en el servicio público para atender a un paciente no es lo suficiente”.
Un eterno desafío
El hecho de ser jóvenes ha provocado que muchas personas, incluso de su entorno, las critiquen. Sin embargo, no ha sido un impedimento para estas mujeres puesto que la perseverancia ha sido su mejor escudo.
Nathalie reveló que “hay muchas personas cercanas que critican. Me han dicho ‘busca algo estable’ o ‘vas a quedar endeudada’, pero una tiene que tratar de remar contra la corriente porque al final si hacemos lo que hacen todos, nunca vamos a destacar. Para mí esto es como crear el trabajo de mis sueños, el ambiente que yo quiero en mi trabajo, como yo quiero que funcionen las cosas. Ha sido súper sacrificado porque hasta el momento son solamente números negativos, pero sé que dará frutos. Yo disfruto venir todos los días a trabajar con el equipo que yo elegí”.
Desde la perspectiva de Katherine, lo más importante es “ser perseverante. Es algo difícil para uno que es joven y que quiere lograr todo rápido, para mí ha sido súper lento captar pacientes, pero yo trato de buscar mi objetivo”. Agregó que “quienes te apoyan igual desmotivan muchas veces, yo creo que es la mirada de las personas más adultas quienes ven que si tú no ganas lo suficiente, no estás logrando lo que quieres, es decir, no está siendo exitoso. Pero emprender es distinto, es saber que hay días que quizás no vas a ganar lo que te gustaría, pero es un riesgo que vale la pena”.
Actualmente, los pacientes que han llegado a la clínica han continuado atendiéndose en Ananké, quienes se han sentido cómodos con la atención, así lo declaró Katherine. “A veces me han dicho los pacientes ‘me encantó la consulta’, escuchar algo así es motivador. Quizás no ganaré lo suficiente, pero voy a ayudar en algo a esa persona, entonces igual lo veo por un lado social”.
Equipo Ananké
El equipo Ananké fue seleccionado por su directora. La importancia de que todas las mujeres que trabajan ahí sean profesionales, fue el foco principal para Nathalie. “Siempre cuando hago entrevistas de trabajo me fijo en cómo son las personas, tengo un cuestionario de preguntas y voy tratando de preguntar cómo fueron sus anteriores trabajos, cómo reaccionarían ante ciertas situaciones porque trato de cuidar mucho el ambiente laboral. Y acá las chicas, lo que más me agradecen de trabajar acá, es eso, el ambiente laboral”, manifestó.
“Somos todas jóvenes súper empeñosas, todas han tenido mucha paciencia y perseverancia porque cuando recién llegaron atendieron seis pacientes durante meses. En cambio, ahora, con el crecimiento que hemos tenido, por lo menos llega una persona a atenderse y eso se ha visto reflejado. No puedo decir que ya tenemos ganancias, pero por lo menos ya tenemos más clientes que se han dado cuenta que acá prestamos un buen servicio.”, sostuvo.