Biobío: Fiscalizaciones por contaminación ambiental se elevan a 829 junto a 97 sumarios
Un total de 56 mil 693 hogares del Gran Concepción y Los Ángeles están bajo vigilancia por contaminación ambiental por parte de la Seremi de Salud. Esto dentro del Plan de Descontaminación Ambiental que lleva adelante la autoridad sanitaria.
En ese marco es que se han levantado dos emergencias ambientales en la comuna angelina; además de 15 preemergencias y 24 alertas. “Respecto de los episodios críticos, en el Gran Concepción se han registrado tres preemergencias y diez alertas. No hemos tenido situaciones de emergencia. En el caso de Los Ángeles se han registrado 14 alertas con 12 preemergencias y dos emergencias”, detalló el seremi del Medio Ambiente de la Región del Biobío, Óscar Reicher.
De los más de 56 mil hogares, se materializó la fiscalización de 705 pertenecientes a Los Ángeles y 124 de la capital regional, proceso que derivó en 87 y 10 sumarios, respectivamente, por parte del Minsal.
Acciones
Pero las inspecciones no recaen sólo en las instalaciones habitacionales, sino que también en las industriales. En este caso por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente.
“Estas últimas semanas, dadas las condiciones atmosféricas, se ha iniciado un proceso de intensificar la comunicación a la ciudadanía para que se adopten las medidas que están establecidas en el plan de descontaminación, como el evitar la generación de humo visible y el uso de calefactores no certificados o que no pertenezcan al programa de recambio que ejecuta la Seremi de Medio Ambiente”, añade Reicher.
Por su parte, la Seremi de Salud indica que el procedimiento de fiscalización se materializa durante los días con episodios críticos (alerta, preemergencia o emergencia), vigilando el cumplimiento de las restricciones establecidas para cada episodio.
En específico, el patrullaje se realiza por turnos entre los 75 funcionarios desplegados por el Concepción Metropolitano y Los Ángeles, quienes revisan la emisión de humos visibles desde calefactores domiciliarios. De constatarse la emanación, se fiscaliza la vivienda entregando acta de advertencia o bien iniciando un sumario sanitario.
Problemática
De acuerdo a especialistas, el problema de fondo reside en que las viviendas están estructuralmente muy mal adecuadas al frío y al calor desde su construcción, y no se trata únicamente de la utilización de leña.
“Eso hace que no sean capaces de conservar el calor en invierno, por lo que generamos calor pero lo perdemos rápidamente, lo que nos obliga a estar con la estufa todo el tiempo prendida. Como eso es caro, terminamos prefiriendo combustibles como la leña, que son más baratos”, explica el Dr.Francisco de La Barrera, académico de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción.
Asimismo, el Dr. Jorge Jiménez, de la Facultad de Ingeniería UdeC, suma que son tres los factores entrelazados que magnifican los perjudiciales efectos ambientales. A las cuestiones de infraestructura en los hogares, Jiménez añadió que “los equipos de combustión a leña que normalmente ocupamos no son los más adecuados desde el punto de vista de tecnología o el estado en que se encuentran. Si el equipo no tiene mantención, probablemente se produzcan mayores emisiones”.
Por otro lado, el también investigador en contaminación y gestión ambiental y energética, manifiesta que la tercera dimensión “se trata de la calidad de la leña, que no necesariamente está del todo seca. Eso hace que se emita mucha más contaminación y calefaccione menos, por lo que se requiere de mayor cantidad”.
De esta forma, sugieren que es necesaria una estrategia estatal que vaya más allá del reemplazo de calefactores, ya que “ha demostrado no ser efectiva si no viene con un mejoramiento de la vivienda”, según de La Barrera.
En la misma línea, Jiménez complementa que esto “debe ser resuelto comunitariamente”. En ese sentido, “si voy a cambiar un equipo, el efecto no es inmediato. La medida de corto efecto más eficiente es prohibir el uso de leña en los episodios de mala calidad. Aquello no tiene costo para el Estado, pero sí implica problemas económicos para los hogares, por lo que es probable que se haga caso omiso si no se fiscaliza”.
Consejos para la población
Francisco de la Barrera asevera que antes se hacía especial énfasis en la responsabilidad del sector industrial, pero las causales que generan alertas provienen de nuestras propias casas.
“Por supuesto que las industrias contribuyen porque emiten muchos contaminantes. Sin embargo, durante aproximadamente el último mes no estuvo en operación ninguna termoeléctrica en Coronel y los valores de calidad de aire seguían malos. El gran emisor tiene que ver con la residencia, y no podemos culpar a que la gente use leña, sino que debemos observar que las viviendas son de mala calidad, además de otras malas prácticas”, detalla.
En consecuencia, para de La Barrera debe existir una preocupación de los ciudadanos en torno a las entradas y salidas de aire en sus viviendas, así como también de balancear aquello con una correcta ventilación de las mismas.
“Hay que mejorar los vidrios, la calidad de los techos y pisos también. Son recomendaciones estructurales que hay que hacer. Muchas personas deciden realizarlo a través de la autoconstrucción, la cual requiere algún grado de asesoría para que puedan ser regularizables. Además se puede acceder a subsidios del Estado para que las casas queden más confortables y dependan de menos energía para calefaccionarse”, recalcó.
Jorge Jiménez incluye que, a corto plazo, es útil “pensar en cambiar el equipo por otro más limpio y eficiente”, como los que funcionan en base a pellet.