En 27% aumentan denuncias por maltrato escolar en Biobío en 2023 respecto del año pasado
Un aumento de un 27% mostró la Región del Biobío en la cantidad de denuncias por maltrato escolar.
Esto, según los registros de la Superintendencia de Educación donde se observa que durante el primer semestre del año 2022 se ingresaron 504 denuncias, mientras que en la misma fecha de este año el número llegó a 640 por diversas materias (ver tabla).
Del total, 268 corresponden a la temática maltrato a párvulos y/o estudiantes: 41,87%.
Sin embargo, uno de los puntos más preocupantes es el incremento de las denuncias recepcionadas sobre maltrato de adulto a párvulo y/o estudiante. Si en la primera parte de 2022 la cifra llegó a 54 durante este año alcanzó a 101.
Sobre todo lo anterior es que Carlos Martínez, director regional de la Superintendencia de Educación dijo que “el aumento puede relacionarse a múltiples factores sociales y culturales. Uno de los aspectos interesantes que se pueden desprender de los relatos de las denuncias es que las personas tienen una mayor conciencia de los derechos que les asisten a las niñas, niños y adolescentes en el espacio educativo”.
Casos locales
Debido al preocupante incremento de bullying en los diferentes colegios del Gran Concepción, como el caso de un joven agredido en la sala de clases por sus pares en el colegio, muchos padres están comenzando a hacer público el acoso que sufrieron sus pupilos.
Una apoderada de uno los establecimientos femeninos más tradicionales de Concepción, quien pidió reserva de su nombre para resguardar la integridad de ella y de su hija, relató que “desde que ingresó mi hija al colegio el acoso empezó a crecer, ya no solo mi hija era acosada por estudiantes, sino que incluso había profesores involucrados. Ahora por estas cosas tengo que ir a buscar a mi hija al colegio porque hay un grupo de compañeras que la quieren seguir para golpearla”.
Por otra parte, una madre de otro establecimiento emblemático penquista relató que “en una oportunidad, un compañero del mismo curso lo golpeó y tiró al suelo, subiéndose sobre su cuerpo mientras lo ahorcaba y le decía a otro compañero que le bajara los pantalones. Esto fue visto por otro alumno del establecimiento y unos compañeros, y gracias a eso fue reconocido por el colegio”.
“Aun así, la gestión fue prácticamente nula, sólo sancionar temporalmente a los niños, sin ningún tipo de acompañamiento o apoyo hacia mi hijo. Tuve que acudir externamente con una psicóloga para tener las herramientas, tanto yo como madre, así como mi hijo” agregó.
Estadísticas
Respecto a las 268 denuncias de acoso escolar ingresadas el primer semestre, 167 casos corresponden a maltrato entre pares. Por otra parte, 101 denuncias corresponden a “Maltrato de adulto a párvulos y/o estudiantes”.
En comparación con los datos del año pasado, se observa que el acoso escolar de trabajadores de los colegios a estudiantes comparado con las cifras de 2022 en la misma fecha aumentó en un 87%.
La información entregada por la Superintendencia de Educación de la Región del Biobío demuestra que las denuncias locales que corresponden a acoso escolar entre estudiantes representan el 8,32% de las denuncias ingresadas a nivel nacional. Esto posiciona a la región en el cuarto lugar en el país por cantidad de casos ingresados.
Observaciones profesionales
Nicolás Marambio, psicólogo UdeC explicó “para todo estudiante que ha sufrido de acoso escolar lo más importante es acoger su malestar y mostrarle que no está sola o solo en esto. Hacerle ver que dentro del establecimiento y en su hogar hay personas que lo van a escuchar”.
“Lo primero que comienza a afectar a un niño, niña o adolescente (NNA) es en su confianza y autoestima, entendiendo esto cómo el NNA se percibe a sí mismo y siente que es percibido, dentro de las consecuencias posteriores, también está la desmotivación escolar, sensación de indefensión, afectación del estado emocional que puede repercutir en la aparición de trastornos del ánimo”, agregó Marambio.
Refiriéndose al origen y solución del problema, el especialista dijo que “lo más importante es inculcar tanto en el hogar como en el establecimiento educacional, el hecho de que cada ser humano es digno de respeto y buen trato, y que por ello debemos aprender a tratarnos de buena manera, siendo empáticos y conscientes respecto a cómo nuestras acciones pueden llegar a repercutir en otro”.
Mientras que el director regional de la Superintendencia de Educación del Biobío concluyó que “las comunidades educativas deben cumplir la normativa educacional e implementar sus planes de convivencia, ya que esta es una causa país y toda la sociedad debe colaborar en que las escuelas y jardines sean espacios protegidos para el bienestar y el desarrollo integral de los niños y niñas”.