Con técnica de endonosografía Hospital Regional puede detectar cánceres incipientes
Si bien en los años 70’ el cáncer gástrico era de una de las principales causas de muerte en Chile, ahora gracias al avance en la medicina, tratamientos y prevención, se ha desplazado al cuarto lugar.
Sin embargo, entre los tumores malignos, según la Sociedad Chilena de Gastroenterología, ocupa el primer lugar como causa de mortalidad. Suma cerca de 3 mil 200 muertes por año y es considerada la primera causa de muerte en hombres y también entre mujeres de la tercera edad.
Su tasa de sobrevida en estados avanzados no supera el 10% en cinco años desde el diagnóstico. De ahí la necesidad de contar en la red pública de salud de la Región con exámenes que logren detectar en estadios tempranos, ya sea el cáncer gástrico como para el esofágico y páncreas, entre otros. Tarea que puso en marcha el Hospital Guillermo Grant Benavente a través de un procedimiento exploratorio llamado endosonografía.
Si bien, el método se realizaba hasta hace algunos años en este recinto se requería acondicionar los equipos y contar con un profesional especializado en la materia, tanto para poder detectar patologías como para realizar tratamientos.
Fue en ese contexto que Facundo Orozco, médico de la unidad de Cirugías Endoscópicas se trasladó hasta Santiago para realizar una capacitación.
El Hospital San Borja Arriarán y la Clínica Alemana fueron los centros de preparación donde la técnica de los doctores Claudio Navarrete y la Cecilia Castillo, referentes en el área, fue traspasada al profesional del Regional que desde este mes comenzó a desarrollar el método en la zona.
Hasta el momento han realizado 6 procedimientos, 3 cada miércoles, buscando no sólo detectar neoplasias incipientes, sino también disminuir la lista de espera que ya suma más de 100 personas. Una de las beneficiadas con el método exploratorio fue Miriam Fonseca, quien comentó que en 2012 en el Hospital Regional le descubrieron una lesión en el esófago.
“Me hicieron una endoscopía y después una endosonografía. Ahora me llamaron a control nuevamente para ver si ha crecido en tamaño, es más que nada por seguridad”, comentó. La endosonografía, reúne dos herramientas existentes como son la endoscopía y la ecografía, pero es más complejo y exhaustivo que los antes enunciados, que sólo toman entre 15 minutos y media hora. En cambio la técnica exploratoria toma de 60 a 90 minutos, motivo por el que sólo realizan tres a la semana, pero esperan aumentar próximamente la productividad.
“Nos permite ver todo lo que antes no podíamos con la endoscopía, que sólo permite ver el tubo digestivo. Ahora podemos ver todo lo que está detrás del tubo digestivo donde hay muchos órganos como el bazo, páncreas y aorta. También podemos hacer punciones de esos órganos y hacer diagnóstico de tumores. Sirve mucho para la parte digestiva y oncológica”, dijo Orozco y agregó que contribuye para tomar las mejores decisiones para los pacientes.
Las patologías gastrointestinal y oncológica son las predominantes en el área, pero además se utiliza para diagnosticar tumores pancreáticos, determinar cuál es el tumor que tiene el paciente y si esto requiere de una cirugía o tratamiento para el manejo del dolor en casos de cáncer avanzado. “Contamos con un armamental de estudios complementarios como son una tomografía y la resonancia magnética, que nos indican si hay una lesión en el páncreas, pero acceder a este es muy difícil por otro medio que no sea la endoscopía.
Por este medio (endosonografía) podemos visualizarlo, a través del ecógrafo, tomamos la muestra del tumor pancreático y lo enviamos a anatomía patológica que definirá el tipo de tumor con nombre y apellido, además de su tratamiento”. La técnica, aseveró el médico argentino -que está radicado en la zona hace 10 años- no sólo evita el traslado de los pacientes a Santiago para someterse al examen, sino que también permite detectar tumores incipientes, ver las capas del tubo digestivo, la mucosa y la submucosa.
“De acuerdo a eso se pueden realizar cirugías endoscópicas, ya no es necesario sacar todo el estómago, se puede resecar de forma endoscópica ciertos tumores y eso puede ser curativo para el paciente”, dijo. Aseveró que en este sentido es vital trabajar de la mano con los equipos de oncólogos, cirujanos y el comité oncológico que determina, por ejemplo, si es necesaria una cirugía.
Primeros signos
Dificultad para tragar que se presenta al tomar agua o comer pan es, según Valentina Sanhueza, enfermera supervisora del área, es el primer signo de una lesión esofágica. “Me atoro, se me devuelve la comida y ese es el primer signo de que hay algo a nivel esofágico”, dijo.
En el caso de un cáncer gástrico el primer síntoma, explicó, es la baja de peso, motivo por el que el paciente consulta y que tras la endoscopía se confirma. “Ahora cuando hay lesiones biliares pancreáticas el primer síntoma es que el paciente se pone amarillo, presenta ictericia en su piel y ojos, motivo por el caen hospitalizados. Hay otros medios para saber si el paciente tienen una lesión pancreática, ya sea por colangioresonancia, TAC (tomografía computarizada), escáner hasta que piden la endosonografía, se realiza punción pancreática y drenar el tumor”, dijo la especialista. Destacó que el procedimiento está ayudando a la comunidad de toda la Región.
De hecho, el último efectuado fue a un paciente proveniente de Mulchén.
Brechas
Si bien los pacientes, tanto de la Región como del sur de Chile, que necesitan realizarse el examen en Santiago, aún existen brechas en la materia. La enfermera supervisora del área, aseguró que la antigüedad del endosonógrafo que tienen en el Hospital Regional es una brecha a superar, cuentan con equipos acondicionados, pero buscan mayor tecnología. “En un futuro próximo vamos a pedir la compra de actualización de los equipos endosonográficos, que sean compatibles con las torres que tenemos”. Además, la unidad del Regional está trabajando en la compra de insumos terapéuticos.
“Estamos en licitación, en conjunto con abastecimiento, para comprar agujas de punción para aspirar líquido y otras tomar muestras de páncreas”. Actualmente, según dijo, existen cerca de 100 pacientes en lista de espera por una endosonografía. “Queremos pertenecer a las listas de espera (oficiales del Minsal) porque todo esto está ligado al cáncer gástrico y con éste método es muy efectiva la pesquisa (…) Tenemos insumos, equipo y personal con el que queremos aportar al Hospital Regional para que los pacientes no permanezcan tanto tiempo hospitalizados y se detecte temprano el cáncer”. El procedimiento puede requerir un día de hospitalización en algunos pacientes o, incluso, ser ambulatorio.
Buscando a los pacientes
A pesar de contar con los equipos necesarios para realizar la técnica exploratoria y tener médicos especializados, un grave escollo al que se enfrenta la unidad de Cirugías Endoscópicas es ubicar a los pacientes que están en lista de espera. Lorena Peralta, secretaria de la unidad docente asistencial de cirugía endoscópica del Regional, afirmó que para seleccionar a los pacientes lo primero que se debe hacer es ver cuáles tienen mayor tiempo esperando, pues hay algunos postergados desde 2018.
“Debemos filtrar las listas, ver si están vivos o muertos, si su patología avanzó o no, Puede haber muchos que ya tienen un cáncer declarado o ya están operados y en ese caso no hay mucho que hacer”, comentó.
Llamar a los hospitales aledaños en los que se atienden habitualmente los pacientes es el primer paso. Para ello se contactan con la enfermera supervisora para que los ubique, someterlos a exámenes para actualizar su estado y saber en qué condiciones están. “Pueden estar vivos, pero en malas condiciones por lo que es un riesgo traerlos para hacerles el procedimiento”. Hasta ahí, todo bien. Sin embargo el problema está en ubicar a los pacientes de Arauco, Curanilahue, Lebu, Cañete, Los Ángeles y Chillán porque sus teléfonos no están actualizados. “La gente cambia mucho sus números y sus direcciones.
Entonces hay que hacer poco menos un papel de investigadora. Averiguar con los Cesfam cuando ya no hay datos en los hospitales. Si los consultorios no tienen la información recurrimos a Carabineros para poder ubicar al paciente y así contactarlos, explicarles de qué se trata y citarlos al policlínico para que lleguen con sus exámenes y ver si es está en condiciones para realizar el procedimiento ”, explicó y detalló que toma cerca de dos semanas definir si se someterá a una cirugía.
A pesar de lo difícil que resulta la misión de ubicar a los pacientes, según Peralta, todo el esfuerzo es recompensado cuando se contacta a las personas y se muestran felices “porque el procedimiento no se estaba haciendo en Concepción, sólo en Santiago y, la gente no $5 millones para hacérselo en clínicas, para determinar si existe una lesión y prevenir un posible cáncer”, complementó.
Cabe destacar que, en general, los pacientes que son sometidos al método exploratorio parten desde los 42 años hasta los 75 años de edad, siendo el cáncer una patología transversal en hombres y mujeres.