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Un 55% de la población de Biobío aprueba la interrupción del embarazo - ConceAhora

Un 55% de la población de Biobío aprueba la interrupción del embarazo

En los resultados de la Región del Biobío en la Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género (ENSSEX) uno de los datos que destacó fue que más de la mitad de la población consultada respondió que aprueba la interrupción del embarazo.

Ante la afirmación: “Una mujer debe tener derecho a interrumpir un embarazo, si no desea ser madre o no desea serlo en ese momento o circunstancia”; el 54,6% dijo estar “De acuerdo” o “Muy de acuerdo”. Además, el 5,1% respondió “No sabe” y “Muy en desacuerdo” o “En desacuerdo” acumuló un 40,3%.

Cabe mencionar que la encuesta fue aplicada a 1.869 personas, con entrevistas de 45 minutos a 1.157 mujeres (61,9%) y 712 hombres (38,1%), entre 18 y más años de la zona.

Frente a estos resultados, Marcela Cid, matrona, magíster en Salud Reproductiva y profesora Asistente del Departamento de Obstetricia y Puericultura de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, describió que surgen en el debate posiciones enfrentadas.

“Bajo esta perspectiva, es importante conocer en profundidad cuál es realmente la opinión de la sociedad sobre esta temática que involucra aspectos socioeconómicos, pero también aspectos ideológicos que influyen significativamente en cierto grupo de mujeres, que muchas veces las culpabiliza y estigmatiza”, indicó la académica.

En detalle

Aunque el desagregado por grupo etario no ha sido publicado en la Región del Biobío, sí se manifiesta una tendencia en las cifras nacionales, se observan diferencias estadísticamente significativas entre el grupo de edad 18- 29 años, donde independiente del sexo, en comparación a los grupos de edad de 30-39, 40-49, 50-59, y 60 y más, para la respuesta “Muy de acuerdo” o “De acuerdo”.

Además se observan diferencias estadísticamente significativas por sexo en el grupo de edad de 60 años y más, para la respuesta “Muy de acuerdo” o “De acuerdo”.

En cuanto a los datos obtenidos, Marcela Cid acotó que son interesantes porque la población dice estar “Muy de acuerdo” o “De acuerdo” con el derecho a interrumpir el embarazo y esa postura en el grupo de 18 a 29 años demuestra una clara preferencia, en el desagreado por edades que concentra las cifras nacionales del estudio.

“Chile sigue la tendencia de tener cada vez menos hijos o hijas, lo que se agudizó en pandemia, según el Anuario de Estadísticas Vitales 2020 (…) Hoy las mujeres le dan mayor importancia a poseer estabilidad económica sin depender de otra persona, y en este sentido un embarazo puede evidenciarse como un evento que interrumpe estos planes”, expuso la profesora Cid argumentando la priorización de la crianza y educación.

También es relevante el nivel de aceptación sobre la interrupción voluntaria del embarazo diferenciando entre hombres y mujeres para la académica, ya que en cada uno de los rangos establecidos en el estudio, los hombres en mayor porcentaje que las mujeres están “Muy de acuerdo” o “De acuerdo con el aborto”.

“Si bien siempre se ha asignado mayor carga social en las decisiones reproductivas a las mujeres, es importante conocer la perspectiva de los hombres porque aún tienen roles predominantes en la política”, expuso.

El debate sobre el aborto ha estado limitado por una serie de factores ideológicos, políticos, religiosos y morales, manifestó Cid y agregó que “desde la visión de salud pública, la OMS establece el aborto como una de las primeras 5 causales de muerte en algunos países en desarrollo”.

“Lo importante es entender que cada decisión es personal y no podemos pretender instaurar nuestras creencias y proyectarlas a los demás”, indicó Marcela Cid y concluyó que estos temas deben ser trabajados desde la familia, la educación sexual integral y en la promoción en salud acerca de las capacidades de autoeficacia en la vivencia de la sexualidad y la reproducción de las personas, evitar poner el énfasis en los juicios morales, sin atender a las necesidades afectivas presentes en la sociedad.

Desde otro punto de vista de la obstetricia y puericultura, Constanza Barrientos, matrona, magíster en Gestión en Atención Primaria y Diplomada en Sexualidad, señaló que en la atención en salud es posible observar mayor apertura hacia el tema. “Porque cada vez son más los matrones y matronas que atendemos con un enfoque de género y considerando los derechos reproductivos de cada usuaria que estamos acompañando, ya sea en atención primaria como hospitalaria”, mencionó.

“Dentro de las 3 causales permitidas en el país, ya está todo dicho y se intenta facilitar las derivaciones para atención con especialista. Cuando es otra la circunstancia, debemos ceñirnos a la legalidad, pero jamás negando el acompañamiento, ni la atención. Lo más importante para el estamento matronil es no juzgar la decisión que la mujer nos esté confiando”, definió Barrientos.

La legalidad debería encaminarse hacia garantizar una atención en salud para las mujeres chilenas que disminuya la brecha en la equidad de género y que apoye sus derechos sexuales reproductivos, especificó la profesional. “Es muy importante valorar que parte de la población lo entienda y apoye”, dijo.

Activismo

Para Francisca Rubio, vocera del Movimiento 8M, el punto específico de la Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género 2022-2023 sobre la interrupción del embarazo, desde la mirada de los movimientos de mujeres y mujeres feministas “nos genera mucho optimismo el ver que podemos contar con datos concretos desde la población de nuestra Región acerca del derecho a decidir sobre nuestras cuerpos y sobre nuestras vidas”.

“El porcentaje del 54,6% indica que existe un crecimiento en la conciencia social respecto de nuestros derechos y de acuerdo al desagregado (nacional) de datos por edades también”, señaló Francisca Rubio, y agregó que esos datos demuestran que generacionalmente los más de 500 años de lucha están siendo tomadas en cuenta por la población.

Para la vocera del Movimiento 8M es importante que dentro de las políticas públicas no se produzcan retrocesos respecto de esta concientización. “Se trata de nuestros derechos a decidir, del real valor que tenemos y que, al igual que los hombres, nosotras decidimos nuestras vidas”, manifestó.

“Se felicita esta encuesta y es necesario, creo, seguir manteniéndola para tener un historial de datos concretos de los resultados de las luchas desde distintas épocas, frentes y organizaciones”, expresó Francisca Rubio.

Desde Gobierno

Los datos de la encuesta reflejan una perspectiva significativa, expresó Jacqueline Cárdenas, seremi de Gobierno de la Región del Biobío, y afirmó que “esto podría deberse a una variedad de factores como la disponibilidad de información sobre las opciones de salud reproductiva, la autonomía de la mujer en la toma de decisiones”.

“Este resultado puede tener implicaciones importantes, incluso, para la política de salud y los servicios disponibles en relación con el acceso de la interrupción del embarazo y la educación sexual. De alguna manera estos son temas que ad portas de votar una nueva Constitución deben observarse, por lo menos, y no invisibilizar la opción de decidir de nosotras las mujeres”, estableció la seremi de Gobierno.

En tanto, al momento de dar cuenta de estos resultados, el seremi de Salud de la Región del Biobío, Eduardo Barra, explicó que justamente el valor que tiene esta encuesta, aparte de demostrar la realidad de percepciones sobre sexualidad que tiene la población, es entregar insumos para tomar medidas en las cuales intervenir como política pública. “Como esfuerzo del Ministerio de Salud, de la Seremi de Salud en la Región indudablemente continuaremos con la educación sexual que es una deuda del Estado con la Población”, planteó el seremi de Salud.

“Indudablemente estos resultados se pueden extrapolar a otras materias, no solamente a salud sino también a políticas. Creo que estamos en una región donde las mujeres se empoderan y eso me parece muy bien, que se haga cargo de su cuerpo y que pueda adoptar también conductas al respecto”, estableció Eduardo Barra.

Los datos se obtuvieron por el estudio realizado por el Ministerio de Salud, coordinado por su Departamento de Epidemiología en alianza con la Universidad de Chile, Universidad Alberto Hurtado e Instituto de Estudios Demográficos de París, Francia. Con la Dirección de Estudios Sociales (Desuc) de la Universidad Católica de Chile a cargo del trabajo de campo.